Ingredientes
Masa
200 gr de mantequilla pomada
60 gr de azúcar glass
200 gr de chocolate semiamargo
120 gr de harina
30 gr de maicena
1/2 cucharada de bicarbonato
3 cucharadas de levadura
1 cucharada de café soluble
1/2 cucharada de canela
40 gr de cacao amargo (cuidado, astuto lector, aunque lo parezca, NO SABE A NESQUIK... lo de amargo no es por afición)
6 claras
6 yemas
50 gr de almendras
Cobertura
60 cc de leche
200 gr de chocolate
50 gr de mantequilla
Relleno
Mermelada de albaricoque
Preparación
1º: Derrite el chocolate semiamargo. Yo lo hice en el microondas, 1 minuto, remover, 30 segundos más.
2º Batir la mantequilla hasta que quede blanca y cremosa y agregar la mitad del azúcar y las yemas, poco a poco.
3º Agregar el chocolate derretido
4º Mezclar aparte todos los ingredientes secos (harina, maicena, almendras, levadura, canela... Sí, lo sé, casi es más fácil catalogar lo que NO lleva el pastelito de marras)
5º Aquí es donde se pone chungo: batir las claras hasta punto de nieve duro.Si no tenéis batidora con accesorio de varillas, podéis intentarlo a mano, pero probablemente no lo conseguiréis y vuestros brazos no volverán a ser los mismos). Añadir al final la mitad del azúcar.
6º Comenzamos a mezclar las tres masas. Primero, mezclamos la mitad del merengue con la mantequilla con chocolate. Después agregamos la mezcla seca. Finalmente, mezclamos con cariño el resto del merengue
7º Horneamos entre 150-160 grados, 30-35 minutos, repartiéndolo en dos tarteras de 26 cm de diámetro (eso es: no hace falta partir el bizcocho por la mitad y destrozarlo por el camino)
7ºb Limpiamos el destrozo de la cocina, los pegotes de la pared, los accesorios varios (menos el bol de la masa, que rebañaremos en plan guarrete con la pareja), el suelo, descubrimos que al cerrar la bolsa de cacao reacciona como una de Nesquik normal (aunque sepa a Nesquik resentido con la vida... algo así)
, nos recuperamos con una hermosa ducha y nos metemos de nuevo al lío
8º Una vez enfriada la masa, cubrimos una de las partes con mermelada y ponemos la otra encima.
9º Hacemos la cobertura: derretimos el chocolate, lo mezclamos con la mantequilla y cubrimos la tarta. Eso sí, este chocolate se tiene que esparcir por gravedad: echas un poco y comienzas a inclinar la tarta para que se vaya esparciendo. Si lo tocas, ni que sea con una espátula se queda marcado y feo. Un máster en ingeniería.
Et voilà!!! Os puedo asegurar que el pastelito mereció la pena... ¡Qué rico que estaba! (y cuánto debía engordar)

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