lunes, 24 de enero de 2011

Gato melómano

Hace algún tiempo que en nuestro grupo de amigos tenemos una costumbre para esas tarde de invierno un poco aburridas en que hace demasiado frío para salir a la calle: nos juntamos en casa de alguien y cantamos. Así que sea la fiesta que sea, acabamos sacando los micros, el lado frii de cada uno y agradecemos las ovaciones de los vecinos cuando acabamos.

Así que, dado que hace un par de años lo hacíamos más a menudo que ahora mismo, no es de extrañar que el primer arrebato sexual de Necro fuera mientras cantábamos. Tiene un pequeño peluche que lleva a todos sitios, en forma de toro. De hecho, el nombre es "Torito", así que ya desde pequeño, cuando Torito abultaba más que él, lo veías con el peluche en la boca, intentando subirlo al sofá y cayendo de espaldas porque no podía. Así que Torito es también su compañero de juegos sexuales cuando tiene necesidad de desahogarse.

Como decía, el primer desahogo le vino en una sesión de "Singstar" y la escena se repetía casi siempre que estábamos cantando. Así que cada domingo, Necro cogía a Torito, lo arrastraba a la mitad de la sala y nos acompañaba los cantes con sus aullidos de "le estoy dando lo suyo...".

Un día, cantando con una amiga me hizo notar que Necro solo se ponía cachondo cuando canto yo. Así que, fijándome, me di cuenta de que tenía razón. Cuando me callaba, el gato paraba y se me quedaba mirando, cuando seguía aullaba y continuaba con lo suyo.

Puaj.

El problema es que no solo canto cuando estamos liados con el Singstar: estoy limpiando, canturreo; estoy estudiando, canturreo; estoy viendo la tele, canturreo. No lo puedo evitar, pero el hecho de que, da igual qué cante, tenga el acompañamiento del gato de fondo... Me corta el rollo. Además, no discrimina, le da igual que cante Rocio Jurado, The police o los pajaritos: como le de un do menor, él me da un si sostenido.

Total, que hemos descubierto que tenemos el primer gato melómano de la historia. También da un poco de grima, pero solo a mí: los demás piensan que es hilarante.
Será que soy rara...

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