martes, 29 de diciembre de 2009

Caga tió y como mea la niña

Hartos vais a quedar de mí...

El día de San Esteban hicimos comida familiar en casa de mi suegra. Estábamos mis padres, el hermano de Marc con la niña y la mujer y nosotros dos.

Aina está hecha un encanto de niña, con sus dos añitos y meses. Ya comienza a hablar con esa lengua medio de trapo que tiene y es genial hacerle cagar al tió. El ritual era siempre el mismo: la enviábamos con alguien al lavabo para que mojara el palo con el que iba a pegar al tió, metíamos corriendo los regalos debajo de la manta y la llamábamos para que cantará la canción ("Caga tió, ametlles i turrons, no caguis arengades, que són molt salades, caga torrons, que són més bons!"). Claro, cuando la niña veía todo aquel montón debajo de la manta debía pensar: "Pá que voy a cantar si el bicho este ya cagó" y se iba directa a levantar la manta hasta que la parábamos y le obligábamos a cantar.



También están quitándole los pañales, así que cada dos por tres tienes que preguntarle si tiene pipí. Y si te dice que sí, llevarla corriendo al orinal. La vez que la llevé yo, le bajé las medias y las braguitas, la senté en el orinal, la limpié cuando acabó y le lavé las manitas y la cara. Que buena tía soy, ¿verdad? Entonces, ¿por qué la niña me miraba mal, andaba como un pingüino y no paraba de repetir "Ayudo, ayudo"? Aaaaaaaaaaaahhhhhh. Leches. Que me olvidé de subirle las braguitas y las medias.

Falta de práctica.

3 comentarios:

carmncitta dijo...

me encanta el caga tióooo jajajajaja


qué buena tía eres, mecagonlaleche!

Mary Lovecraft dijo...

jajajjajaaaaa! ay niña cómo me he reido con la anécdota sobrinil!

xDDD

ya te vale

práctica, eso es lo que te hace falta ;)

un besazo preciosa, y ¡feliz 2010!

Pegotitos dijo...

Conste que todo tiene su explicación: por perspectiva no veía lo que le pasaba a la niña