lunes, 11 de enero de 2010

La segunda juventud

Este va a ser un post caótico. Es lo que tiene estar enfadada...

Mis padres están viviendo una segunda juventud. Después de que mi hermano y yo nos fuéramos, se pasaron unos meses hibernando en casa, dedicándose a dormir los fines de semana y sin salir apenas. Pasada esta temporada de síndrome del nido vacío, comenzaron a vivir de nuevo con intensidad sus relaciones sociales. Así, se han hecho un círculo de amigos compuesto por parejas, todos unos diez años más jóvenes que ellos.

Hasta aquí, todo bien. Ellos disfrutan socialmente, además se relacionan con gente de menor edad y con mayor vitalidad. Y, aparentemente, todos muy buena gente. El problema viene cuando descubres que todos (TODOS) ellos beben mucho y ellas piensan poco... o demasiado, nunca se sabe. Así que a la segunda juventud de mis padres hay que contarle no solo las ventajas (que las tiene y muchas) sino también las desventajas.

La última ocurrencia de mi madre es que se va a Colombia a operarse de cirugía estética las próximas navidades, en el mismo centro donde se operó su nueva mejor amiga del mes. Que será que no hay aquí hospitales buenos. Que será que lo que se ahorra en el hospital no se lo gasta en el viaje. Que si le pasa cualquier cosa, está en Colombia. Y que si tiene planeado irse dos meses, bien tendrá que vivir, ¿no? Y por lo tanto también se gastará dinero. Un dinero que, siendo mi padre yesero y estando en la época que estamos, afirman que no les sobra. Y, lo peor de todo, sabiendo como sabe que no estoy a favor del proyectito de marras, lo está planeando a escondidas. Si me he enterado es porque mi padre me lo dijo, para que supiera lo mismo que mi hermano.




En el momento, me enfadé tanto que lo único que me salía era: "Está loca, que a su edad tiene que hacer las cosas con cabeza, que no se pueden hacer las cosas así, está loca". A lo que mi padre me contestó un resignado: "Ya es mayorcita y puede hacer lo que quiera". Como seguía protestando, me dijo que no le chafara la ilusión a mi madre.

Así que ahora estoy cabreada como una mona, callada por no chafarle la ilusión a mi madre de irse a Colombia a operarse de cirugía estética, porque está pasando una segunda juventud.

Y que esta clase de tontería de juventud no se pueda curar con un par de ostias a tiempo es una injusticia. Leches.

4 comentarios:

Lileth dijo...

Bueno, tú paciencia que lo mismo de aquí a navidades su nueva mejor amiga le ha metido otra peregrina idea en la cabeza y abandona el proyecto.

Besos.

Chasky dijo...

Parece que poco a poco vamos madurando hasta que cuando llegamos a un punto retrocedemos y nos vamos haciendo más críos.

Mary Lovecraft dijo...

ommmmm Eva

relax

cuesta decirlo, pero...¿ya son mayorcitos?

déjalos que disfruten de su segunda locura..digo, juventud, tú támbién disfrutarás de ella, si ninguna hija te lo impide

la vida es tan corta

:)

´´Saray´´ dijo...

Joer como te entiendo :S ¿y a Colombia, la otra punta del planeta? si dicen que Corporación Dermoestética es de lo mejorcito que hay en cirugía y está aqui en España.
Mucha suerte, quizás se le quite la tontería dentro de nada y le surja otra ilusión.