jueves, 13 de noviembre de 2008

Huelga

Marc tiene la costumbre de hacerme una llamada perdida cuando llega al trabajo. El rito viene desde que tuvo que empezar a coger el coche para ir a trabajar, que antes iba en autobus. Como conducir no le gusta e iba con el coche de su madre (un ibiza del año de la patum) le pedí que me hiciera una perdida cuando llegara, que así me quedaba tranquila. Un par de años después, ya con coche nuevo y habiendo conducido todos los dias, lo sigue haciendo por costumbre, supongo que también porque es su manera de darme los buenos días.

Ayer, sin embargo, se olvidó el móvil en casa. Me levanté, vi su móvil encima de la mesa y lo único que pensé fue: "uy, ese no es mi móvil". Y al encontrar mi móvil y comprobar que (lógicamente) no me había llamado: "se le debe haber olvidado, que despiste este hombre...". Cuando una media hora más tarde me llamó desde el trabajo para decirme que se había olvidado el móvil, nos reimos un rato a costa de lo despistada que soy.

Hasta aquí le puede pasar a cualquiera.

Entonces, ¿a alguien más le ha pasado que, aún sabiendo que el móvil al que le estas enviando el mensaje está encima de la mesa, envies un mensaje y TE SORPRENDAS PORQUE SUENA CERCA DE TI?

Creo que mi neurona se está declarando en huelga. Cabrona.

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