martes, 3 de marzo de 2009

Discusiones

Cuando llevas ya bastante tiempo con una persona, hasta las peleas son previsibles. Las nuestras comienzan con una tontería, suben de tono, consiguen que me retraiga y no conteste a nada de lo que me diga. Cuando por fin consigue una respuesta a base de provocar, es para soltar alguna maldad que llevo un tiempo madurando y que sé que va a escocer. A partir de aquí, podemos acabar a grito pelado, a ver quien puede más, o con uno de los dos saliendo con un portazo (generalmente él). Al final siempre se arregla, después de algunas lágrimas, algunos "no quería decirlo" y algunos "no sé que haría sin ti".
Aunque son previsibles, aunque sé exactamente que las barbaridades que digamos serán sin sentirlas... me resultan insoportables estas peleas. Siempre acabo con la sensación de que nos comportamos como críos (yo la primera).
Así que en la última que tuvimos, una vez que estábamos algo más calmados pero aún no habíamos hecho las paces, le pregunté "¿no podemos comportarnos como si fuéramos adultos? ¿no podemos ahorrarnos todo este rollo de pasiva agresiva y neurótico y simplemente decirnos que es lo que nos molesta?"
Después de un rato de hablar, de discutir este punto de vista de una manera sorprendentemente calmada, llegamos a una especie de acuerdo: intentaríamos controlar los arranques, relativizar las cosas y dejar estas peleas para cuando realmente sean proporcionadas (por ejemplo, unos cuernos, aunque en este caso el final probablemente variaría)
Días después, estábamos viendo un programa de la tele (creo que era "El hormiguero") y comenzaron a hacer una parodia de lo que eran habitualmente las peleas de pareja. Y parecía que nos hubieran estado espiando, siguiendo todos y cada uno de los pasos, identificándonos en los roles... Así que la pregunta es clara:
¿Es que nadie, nadie, nadie puede tener una discusión con su pareja sin infantilizarse, sin caer en el daño gratuito? ¿Os habéis sentido identificados con nuestra discusión?

7 comentarios:

Mary Lovecraft dijo...

Con mi pareja actual no, supongo que es cuestión de personalidad de cada uno.

En este caso él es más maduro que yo, aunque yo le lleve bastantes años.
Eso sí, el refrán éste de con quién te acuestas...(jajajaj! no me acuerdo maldita sea!) y creo que algo mío hizo suyo, algo que ya de por sí en mí no me gusta, y claro, no me gusta que sea así, sino que sea como es joer, que él es más centrado, calmado, dialogante que yo, y le estoy pegando lo malo.
Espero que su personalidad pueda con las adversidades, y que la mía vaya poniendo más de mi parte para mejorar lo que hago mal.

ay no sé, me rayé

un besico, me alegra que lo hablárais y que vaya mejor la cosa.

Anodyne dijo...

Pues curiosamente.. no discutimos "asi". Al contrario, más bien masticamos lo que nos jode, y cuando yo no podemos más, no estallamos.. hablamos.
Pero claro, alguna que otra vez si hemos tenido alguna bronca a grito pelao, aunque las pueda contar con tres deditos

Chasky dijo...

A mi es difícil verme cabreado o al menos exteriorizar ese cabreo, soy más de decir las cosas calmadamente. No sé porqué, pero es que no me sale el ponerme a gritar, supongo que como dice Mary, debe ser cuestión de la personalidad de cada uno.

Wendeling dijo...

Bueno, cuestión de personalidad, nunca me he sentido identificada con las "peleas de amantes", más que nada porque no sé enfrentarme a alguien cuando me grita, opto por bajar la cabeza y callar; llego a sentir verguenza ajena cuando me están gritando a mi. Tal vez algún día cuente alguna anécdota sobre las peleas con mi ex, que llegó en ocasiones a marcharse dando un portazo porque no le respondía a sus gritos y acusaciones varias. Soy mucho más dura de obra que de palabra.

Besos de una maia.

Cactus dijo...

Totalmente, jajajajajajaja.
Esa sección del hormiguero "se va a liar parda" es buenísima, parodien lo que parodien siempre aciertan.
Yo también intentaba calmarme y tratar de hablar para que las discusiones no fueran así pero a la siguiente vez todo volvía a ser igual. Cosas de pareja debe ser.

Un besazo.

P.D. Me da una envidia mala, malísima que te vaya a Paris. A ver si encuentro alguien que quiera ir conmigo que tengo muchas ganas.

MAFALDA dijo...

Lo has clavado guapaaaa...

Llega un momento de la discusión que parece un concurso de a ver quién hace más daño al otro..luego en frio lo piensas y dices seremos bobos...pero en el momento...TE HIERVE LA SANGRE!!!!

Pegotitos dijo...

Vale, parece por los comentarios que los gritones somos minoria :) Supongoq ue es cosa de personalidades dentro de la relación y cuando se juntan dos un poco explosivas... pasa lo que pasa!! Desde la última gorda no hemos vuelto a discutir, así que todavia no sé si habrá surtido efecto la charla del otro día. Pero seguro que tendré oportunidad de comprobarlo...