domingo, 5 de abril de 2009

El portero

Al volver de París, pasamos a recoger a Necro, que se había quedado con unos amigos que tienen un gato. Pasamos la tarde con ellos, sesión de Lips mediante (vocación frustrada: friki candidata a los castings de Operación Triunfo). Cuando ya volvíamos al coche, me dí cuenta de que me había dejado las llaves y volví para atrás (entre regaños de Marc por lo despistada que soy... entre nosotros, su mote en casa es "enfadón"). Llamé al portero automático y le dije si me puede tirar las llaves por el balcón, para ir más rápida. Cuando me alejé para recibir las llaves, preguntándome como recibirlas sin dejarme algún dedo en el intento, comencé a escuchar que me llamaba... pero no la veía.

"Leches... me he equivocado de balcón al mirar...". Pero no había ninguna cabeza que saliera por ningún sitio. Y de nuevo me seguía llamando y yo gritando desesperada "¡No te veo! ¡No te veo! ¿Dónde estás?".

Por supuesto, mi neurona de huelga de nuevo... era fácil suponer que estaba llamándome por el portero automático.

4 comentarios:

Mary Lovecraft dijo...

JAJAJAJAJAJAJAA! supongo que el cansancio hizo lo suyo a la pobre neuronita, ¿no??

;)

un besote!

Chasky dijo...

Ya estaba pensando que al tirarte las llaves por el balcón caían, con tan mala suerte, en una alcantarilla.

carmncitta dijo...

yo también pensaba como Chasky, y yo verás que se le pierden jajajajajajaja

Anónimo dijo...

XDDDDDDDDDDDDDD

Dios, como echo de menos las risas que nos pegabamos con estas chorradas... muhaahhahaahhaha